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Mostrando las entradas de febrero, 2021

MANIPULACIÓN: UNA FORMA DE VIOLENCIA PSICO-EMOCIONAL

 La manipulación es una forma de violencia psico-emocional mediante la cual se pretende, conciente o inconsciente, torcer la voluntad de una persona para obtener un beneficio. En pos de lograr ese cometido, se utilizan distintas formas de persuasión, que alejan a la persona de su voluntad original y genuina. La invalidación emocional (hay otra entrada en mi blog que profundiza sobre esto), la victimización, el manejo desde la culpa, las amenazas más o menos explícitas, el direccionamiento a través de supuestas conveniencias, son todas formas de manipulación. Y siempre vienen de parte de alguien que tiene cierto poder sobre nosotres, y lo utiliza para satisfacer su necesidad de control: amigues, vínculos sexo-afectivos, empleadores, responsables de crianza, etc. Pero ¿cómo aprendemos a manipular y por qué lo hacemos? Frases como "si no te portás bien me voy a enojar mucho" son un clásico de nuestras crianzas, y no son excepciones en momentos de desborde, sino la manera en la q

SENTIMIENTO DE CULPA EN LA PUESTA DE LÍMITES

 Cuando somos entrenades, implícita o explícitamente, para no detectar y nombrar nuestros límites, entrar en ese diálogo propio será un proceso. Es un diálogo con el propio deseo. Al contactar con lo que deseo, comprenemos qué es lo que no estamos dispuestes a ceder ni tolerar; y visceversa: alguna veces no sabemos tanto lo que deseamos como lo que no deseamos. En el proceso de conocer nuestros límites, lo más probable es que atravesemos etapas previas a la claridad de discernir. De haber sido completamente invadides, vulnerades, atropelladles, podemos pasar a ser completamente reacies a toda propuesta novedosa, generando un marco de defensa inamovible para evitar volver a entrar en ese espacio de manejo externo. Son los dos polos de una misma energía. Y en muchos procesos emocionales necesitamos esta forma: tocar un extremo, tomar conciencia, ir hasta el otro extremo y luego, entrar en una tercera etapa, creada a nuestra medida, en donde  haya dureza y ternura, agresividad y flexibili

MASCULINIDADES PATRIARCALES, VIOLENCIAS Y EMOVIONES

  Hace dos días estuve analizando cómo fue mi proceso de salirme del papel de accionadora de la violencia, gracias a ciertas preguntas que me hizo mi compañero. A diferencia de lo que sucede con la mayoría de las masculinidades patriarcales que ejercen violencia, yo siempre tuve un grupo de 3 amigas que me acompañó. Acá es donde digo que la cultura de la cancelación es obstaculizante. Ellas se quedaron cerca mío, y yo sentí la validación suficiente para contarles las violencias que accionaba. En conjunto con esto, siempre terapia. Sin estos dos componentes, dudo que hubiese podido encontrar nuevas formas de vincularme. Pero ¿qué pasa con los grupos de varones cis? Por un lado, ciertas prácticas son legitimadas y hasta pedidas (de forma explícita o implícita) para poder conservar un lugar en ese grupo, para pertenecer. En este punto es donde es debido nombrar que para salir de esas dinámicas, habrá que romper con esa pertenencia, no sin dolor o incomodidad; la realidad que atravesamos r

UNA ANTIGÜA FORMA DE VIOLENCIA: EL DEBATE EN TÉRMINOS PATRIARCALES.

 Lo patriarcal nos atraviesa a todes. Creer que cambiar un discurso teórico modifica nuestras prácticas como consecuencia inmediata es ficticio. La práctica de la coherencia entre sentir, pensar y accionar también es un proceso que lleva tiempo. Porque siempre es mucho más simple proclamarse a favor de algo, que practicar eso que proclamamos. La práctica nos involucra en nuestras bases más arraigadas, nos pide compromiso, búsqueda interna. Allí radica la diferencia entre profundizar en nuestras dinámicas personales o quedar en la etapa superficial de unirnos a un discurso amparado (nuevamente) por la masificación. Tal vez creímos que adosarnos a lo que otres plantean de forma teórica, marchar o tener pañuelo verde nos exceptuaba de las dinámicas patriarcales per se. Es la clara prueba de que aún no terminamos de masticar y digerir que las teorías son el punto de partida, pero que no juegan el partido. El partido lo jugamos nosotres, todes. Sí, también las mujeres cis y las disidencias.