MANIPULACIÓN: UNA FORMA DE VIOLENCIA PSICO-EMOCIONAL

 La manipulación es una forma de violencia psico-emocional mediante la cual se pretende, conciente o inconsciente, torcer la voluntad de una persona para obtener un beneficio. En pos de lograr ese cometido, se utilizan distintas formas de persuasión, que alejan a la persona de su voluntad original y genuina. La invalidación emocional (hay otra entrada en mi blog que profundiza sobre esto), la victimización, el manejo desde la culpa, las amenazas más o menos explícitas, el direccionamiento a través de supuestas conveniencias, son todas formas de manipulación. Y siempre vienen de parte de alguien que tiene cierto poder sobre nosotres, y lo utiliza para satisfacer su necesidad de control: amigues, vínculos sexo-afectivos, empleadores, responsables de crianza, etc. Pero ¿cómo aprendemos a manipular y por qué lo hacemos? Frases como "si no te portás bien me voy a enojar mucho" son un clásico de nuestras crianzas, y no son excepciones en momentos de desborde, sino la manera en la que se nos enseñaron los límites. Entonce, una vez más, el papel fundamental de las crianzas para enseñar formas coherentes de expresar necesidades y poner límites.

En la adultez, al no haber aprendido sobre límites, consentimiento, autonomía e interdependencia, tendemos a repetir estas formas vinculares. Manipulamos cuando tenemos una baja o nula capacidad para gestionar y aceptar la frustración que genera un límite, un no, algo que atenta contra la seguridad que construimos de forma externa, dependiente del accionar de otres de manera inamovible. Es decir, si baso mi seguridad en una planificación que depende el accionar de otres, pero luego me topo con que eses otres no quieren seguir las pautas que yo pretendo, en vez de aceptar su autonomía, manipulo la situación en pos de mi beneficio. Una de las partes más destructivas de ser manipulades es que muchas veces nos cuesta detectar y expresar esto que estamos padeciendo. Todo lo que refiere a violencia psico-emocional es complejo, porque no tenemos una muestra física que de cuenta de la violencia. La detección de la manipulación puede ser un proceso más o menos largo, y está en estrecha relación con el proceso de detección de nuestra autonomía y expresión de nuestros límites.

No es que seas una "mala persona" por manipular, es que es una forma de violencia y corresponde que nos responsabilicemos por encontrar maneras vinculares creativas y cooperativistas.

Con amor, Juli.