ADULTOCENTRISMO Y MALTRATO EN TIKTOK Y OTRAS REDES

Para hablar de adultocentrismo primero es necesario definirlo. Comienzo por decir que es una forma de percibir, pensar y accionar en el mundo. Es la idea más o menos explícita de que la adultez es la única etapa de la vida en donde las necesidades y los límites son legítimamente válidos. Desde esta óptica, las necesidades de las infancias, pubertades y adolescencias quedan vulneradas bajo el manto de la visión adulta, que se supone que es la que sabe qué necesitan y qué no necesitan las infancias, pubertades y adolescentes. En este sentido se enquista una jerarquía muy marcada, en donde las personas adultas ejercemos un desmedido poder sobre las infancias, pubertades y adolescencias, educando desde nuestros prejuicios y necesidad de control, desvalorizando las lógicas de pensamiento y de acción de las otras etapas de la vida, e incluso considerando que son estadíos inferiores del trayecto vital, que tienen como meta llegar a una visión estereotipada de la adultez (estereotipo que es, por sobre todas las cosas, neurotípico).

El adultocentrismo es una estructura social que nos atraviesa a todes, y por más que no querramos tener hijes o, incluso como en mi caso, hasta estemos en contra de que la reproducción siga existiendo, es tarea de todes revisar qué tipo de maltratos y violencias reproducimos por pensar y accionar desde esa visión. Por más que no xaternemos, las infancias están bajo nuestro cuidado y responsabilidad, querramos o no aceptar esta realidad. Vivimos constantemente en contacto con niñeces, sea de forma personal o virtual. Es por este motivo que considero muy importante que tengamos conocimientos básicos sobre las necesidades fisiológicas y emocionales de las infancias.

Una de estas necesidades fisio-emocionales es poder llorar libremente, ya que es una forma de regulación y una necesidad fisiológica clave, pero nunca en soledad sino desde el acompañamiento que cada une acepte. Durante el llanto, algunes niñes necesitan un abrazo, que se les alce o que simplemente nos quedemos a su lado. Lo que definitivamente NO necesitan les niñes que están en un estado de desregulación y vulnerabilidad, es ser filmades para quedar luego expuestes en redes sociales. Cuando tomamos dimensión del daño que atraviesan les niñes cuando, en vez de acudir a acompañar su momento de dolor, elegimos armar un espectáculo “humorístico”, es muy probable que esos videos dejen de causarnos gracia. Pero aunque así no fuese, sí tenemos la responsabilidad como adultes de dejar de expandir videos en donde se exponen a niñes llorando o con cualquiera de sus necesidades básicas siendo vulneradas. Une niñe que termina con su cara estampada arriba de su plato de comida porque quien le cuidaba no le acunó para dormirle, no es un espectáculo a ser filmado. Une niñe al que le tiran con una feta de fiambre en la cara cuando apenas puede sentarse, no es un espectáculo a ser filmado. Une niñe que es arrojade a la nieve cuando no tiene siquiera lenguaje para comunicarnos si quiere o no participar de ese “juego”, no es un espectáculo a ser filmado. Une niñe que entra en pánico y llanto porque le adulte que le cuida se puso un filtro en donde una tarántula inmensa le camina por la cara, no es un espectáculo a ser filmado. El dolor de nadie debería ser un show.

Si lo pensamos desde una lógica de pares a nivel etario, la pregunta sería: si une amigue se acerca a vos llorando, por el motivo que sea, ¿qué te nace hacer? ¿filmarle para luego subirlo a una red social o escucharle, darle la mano, ofrecerle agua o un abrazo? Pensándolo desde esta perspectiva la respuesta es bastante clara. Que las infancias tengan el llanto más a la mano no significa que deje de tener valor.

Si tenemos dudas sobre lo que se enmarca dentro del maltrato o la violencia infantil, podemos optar por no compartir ningún video en donde haya infancias en situaciones de desregulación o vulnerabilidad, y optar o bien por compartir videos en donde las infancias estén en una situación de regulación o bien no compartir ningún video.

Desde el momento en el que nos interesa revisar nuestras lógicas de relacionamiento afectivo o sexo-afectivo, desde el punto en el que empezamos a registrar qué violencias padecemos y ejercemos con nuestxs pares a nivel etario, también necesitamos comprender que la forma en que nos vinculamos con las infancias, pubertades y adolescencias hace a la forma en que nos relacionamos luego con nuestrxs pares etarios. Podemos hacer humor con otro montón de cuestiones, y de hecho reírnos es vital. Pero reírnos, avalar y expandir el maltrato infanto-juvenil sólo da cuenta de la falta de registro que tenemos para con las necesidades fisio-emocionales que se tiene en esas etapas, y por tanto del adultocentrismo en el que estamos empapades, inicio de muchas violencias a nivel familiar e institucional, y ahora también de violencias virtuales.

Recomiendo las siguientes cuentas que hablan sobre xaternidades: @paternando.ok @iaravilardebo @florsichel @mama_de_cloe @libresinfancias @abogadaydoula y con todas las contradicciones, desacuerdos e incomodidades que me genera @melinabronfman

Además el podcast de Eugenia Gallo en Spotify "PoliticalMami".

Todos los derechos reservados para Julieta Mor.

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