CELOS Y CAPACITISMO

Hoy voy a explayarme un poco en la relación que encuentro entre sentir celos y un entorno capacitista. Pero para empezar voy a dar una definición del capacitismo, para quien no sepa qué significa. Si bien el capacitismo nace como una forma de discriminación a personas con discapacidad, bien podemos ver que es una forma de leer el mundo, que está muy en relación al sistema de meritocracia. El capacitismo es la idea más o menos explícita de que todes podemos alcanzar las mismas metas, dejando de lado y menospreciando el hecho de que no todes tenemos las mismas posibilidades, y que en realidad, lo que podamos o no “alcanzar” va a tener que ver tanto con nuestras posibilidades individuales, como con el entorno en el que nos desarrollamos, tanto a nivel micro como a nivel macro. El capacitismo es entonces una forma de violencia, ya que no sólo da por sentado que todes podemos lo mismo, sino que esas metas se plantean como una exigencia, a las que se puede llegar si nos esforzamos lo suficiente. Aquí dejo en claro la relación con el pensamiento meritócrata.

Por si quedan dudas, no todes podemos lo mismo. Y esa es una trampa del ideal de éxito capitalista. No todes nacemos en los mismo entornos, no todes somos parte de la misma clase social, no todes somos neurotípicxs. En fin, un sinfín de privilegios (o de falta de privilegios) se entrelazan para dar forma al desarrollo vital de una persona. Es por esto que debemos revisar nuestros pensamientos, y sobre todo, nuestras ganas de alentar a alguien, porque seguramente estemos cayendo en ser capacitistas, imprimiéndole una exigencia e inclusive una falsa ilusión a una persona, por más que vayamos con la mejor de las intenciones. Siempre es mejor escuchar que recetar eslóganes de la happycracia.

¿Cómo se relaciona esta forma de ver el mundo con el padecimiento de los celos? Con la instalación del concepto de “tóxico”, el capacitismo emocional se disparó completamente. Es importante remarcar y recordar que no existen dos personas que vivan los celos de forma idéntica. Esto es así tanto por la forma en la que se pueden haber generado, como por la manera en la que los vivencia y los gestiona cada persona. Si partimos de la base de que la salud mental es un privilegio, ya que no es accesible para todes, ya estamos iniciando desde escenarios dispares. Y las personas que sufren celos de forma cotidiana, que llegan a niveles de estrés y desesperación muy agudos, necesitan un acompañamiento psicológico e incluso psiquiátrico. Creer que sentir celos es simplemente algo malo, y que con el sólo hecho de creer que son malos alcanza para que dejen de existir, no es sólo ignorar cómo opera nuestro mundo emocional, sino que además es una hiperexigencia muy falta de empatía.

Cuando atravesamos celos de forma recurrente, la manera en que los vivamos, la forma en la que podamos o no comunicarlos, la forma de gestión de la auto-regulación o de la regulación acompañada que vayamos construyendo, va a ser completamente distinta para cada persona. No sólo las herramientas que tengamos, sino el tiempo que dure el proceso de aprendizaje de esa emoción tan arrasadora. Nadie se despierta añorando sentir celos ese día, más bien todo lo contrario. Por eso es muy importante que podamos ser un entorno compasivo y empático, que más que imponer soluciones mágicas, escuchemos lo que le sucede a la otra persona, acompañando su proceso desde la presencia. De nada sirve ningunear el padecimiento de una persona, con frases como “no pasa nada”, “no es para tanto”, “pensá en otra cosa”, creyendo que esta liviandad se va a trasladar al sentir de la persona que está sufriendo. Más bien todo lo contrario, necesitamos poder validar el sentir, tanto el ajeno como el propio. La validación puede ser expresada en términos tales como “tiene sentido que te sientas así”, “lamento lo que estás pasando”, “¿cómo puedo ayudarte ahora?”, “estoy acá para escucharte", "noto el dolor que estás atravesando”.

Para poder vivir y acompañar desarrollos emocionales más compasivos, empáticos y antipunitivitas, necesitamos revisar nuestra mirada capacitista.


Todos los derechos reservados para Julieta Mor.

Comentarios

  1. "Y las personas que sufren celos de forma cotidiana, que llegan a niveles de estrés y desesperación muy agudos, necesitan un acompañamiento psicológico e incluso psiquiátrico" Me resulta chocante, porque considero esta afirmación cuerdista y capacitista.

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  2. "Y las personas que sufren celos de forma cotidiana, que llegan a niveles de estrés y desesperación muy agudos, necesitan un acompañamiento psicológico e incluso psiquiátrico" También me resulta punitivista esta afirmación.

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